viernes, 26 de noviembre de 2010

Salamanca

Domingo, 24 de octubre. Hoy amanece pronto -de hecho todavía es de noche cuando realizamos los últimos preparativos- y es que los más de quinientos kilómetros que tenemos por delante hasta nuestro destino obligan a ganarle horas al reloj. Siempre fastidia madrugar, pero de vacaciones parece que duele menos.

Salimos de Zaragoza tomando la AP68, con la mente puesta en la semana que tenemos por delante para descubrir el país vecino. El destino es Portugal, pero la “meta volante” la situamos en Salamanca, ciudad patrimonio de la Humanidad desde 1988 y que cuenta con la Universidad en activo más antigua de España. La ciudad charra será nuestra parada intermedia para evitar la kilometrada que supone cruzar de este a oeste la península.

Con el accidentado Gran Premio de Corea de F1 como compañero de viaje alcanzamos nuestro destino poco antes de las dos de la tarde. La entrada a Salamanca no ofrece un tráfico demasiado fluido, lo que nos ayuda sobremanera para encontrar nuestro hotel, el Ibis Salamanca Centro. Una vez realizado el check-in y dejado las maletas en la habitación, nos disponemos a encontrar un sitio para comer, que ya son horas. En apenas diez minutos nos plantamos en la Plaza Mayor de Salamanca, que a esas horas se encuentra bien acompañada de gente (estudiantes en su mayoría) que aprovechan cualquier espacio para sentarse a tomar el sol.

Una vez solucionado el tema gastronómico comenzamos nuestro paseo vespertino por el casco histórico salmantino. Dejamos atrás la Plaza Mayor, invadida por las casetas de una feria del libro, y caminamos por las callejuelas hasta toparnos con la famosa Casa de las Conchas. Actual biblioteca pública, la casa fue en su origen un palacio aunque a lo largo de su historia ha tenido diferentes usos. Como se puede ver en la foto, resulta obvio el por qué de su nombre.

Tras visitar la oficina de turismo y hacernos con los correspondientes planos seguimos calle abajo, dirección al Tormes, para visitar las catedrales. Catedral Nueva y Catedral Vieja conviven frente a la Universidad con su imponente planta. Como todavía no se encontraban abiertas al público (en Octubre no lo hacen hasta las 16h.) continuamos nuestro itinerario hasta el famoso pórtico de la Universidad. Al llegar allí comprobamos que hay un importante número de personas examinando minuciosamente la fachada en busca de la famosa rana. Cuenta la tradición, que aquel estudiante que no fuera capaz de encontrarla no aprobaría así que, a pesar de que uno ya dejó de estudiar hace tiempo nos tomamos algo de tiempo para buscarla… y encontrarla. Nunca se sabe.




Asegurado nuestro aprobado continuamos caminando hacia el Convento de San Esteban, convento dominico cuyo pórtico es toda una obra de arte, y tomando la Avda. de los Reyes de España alcanzamos el cauce del río Tormes. Desde el puente nuevo pudimos tomar un par de buenas fotos de las Catedrales y del Puente Romano, que domina el río desde hace varios siglos.



De vuelta al casco histórico tras cruzar el Tormes por el viejo puente, aprovechamos para visitar el Archivo General de la Guerra Civil Española que albergaba una pequeña exposición de fotos, documentación y varios útiles de la época. Muy interesante. Además también pudimos contemplar la recreación de lo que sería una logia masónica con todos sus detalles.

Tras avituallarnos con un buen chocolate con churros a media tarde volvimos al que había sido nuestro punto de inicio -la Plaza Mayor- para contemplar el iluminado de ésta y, de paso, alcahuetear un poco en los puestos que ya se encontraban abiertos y llenos de gente, para esa hora. Nuestro primer día de vacaciones tocaba a su fin, cenita italiana antes de recogernos de vuelta a nuestro hotel con Portugal y Oporto ya en el horizonte.

1 comentario:

  1. Salamanca, una de las ciudades más bellas y mejor cuidadas de Castilla. Gracias por tus comentarios!!

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